La señora de cabello blanco, personal del teatro, lo intenta y contra todo pronóstico, cumple parte de su objetivo: logra que algunos de los más exaltados que están parados bailando al frente del escenario o en el pasillo vuelvan a su lugar. Fue la nota de color (blanco) del retorno de Eruca Satina al Teatro Real de La Docta tras 12 años de no tocar en ese sitio. En el emblemático espacio, el trío había presentado “ES” -su segundo disco en estudio- cuando todavía estaban viviendo en Córdoba. El sábado 10 de diciembre, el motivo del concierto  fue compartir el nuevo trabajo, llamado Dopelganga (Sony Music). El material, que también saldrá en formato físico,  posee un repertorio de 8 versiones de grupos argentinos y latinoamericanos: Caifanes,  Aterciopelados, Soda Stereo, Fernando Barrientos-Daniel Martín, Pescado Rabioso, Gustavo Pena, Silvio Rodríguez y Man Ray. El título proviene de un vocablo alemán que se usa para definir el doble fantasmagórico o sosias malvado de una persona viva. La fecha se enmarcó dentro de la gira por los 15 años de Eruca, periplo que comenzó en Buenos Aires y terminó en Córdoba, donde nació  la banda.

REPERTORIO REAL

     El sábado 10 de diciembre por la noche todo estuvo atravesado por el partido de Argentina, que horas antes había logrado el pase a la semifinal en el  Mundial de Qatar. Tampoco fue lo preponderante, salvo en la camiseta con el “10” de Gabriel Pedernera y una mención breve de Lula Bertoldi. Por su parte, Brenda Martin fue más allá y sobre el final del show dejó la siguiente frase: “espero que seamos mucho más que fútbol y no nos sigan jodiendo por todos lados” expresó la bajista.   

     El grupo desplegó temas de todas las épocas y, llamativamente, solo tres títulos de lo reciente: “Afuera” (de los mexicanos Caifanes), “Sola en los bares” (Man Ray) y “Tango Feroz” (Fernando Barrientos-Daniel Martín). En el primero, el invitado fue Bicho Díaz en flauta, quien fue presentado por un emocionado Gabriel Pedernera. Para “Amor ausente”, subieron a cantar Claudio Pacheco y Eduardo Bechara -los autores de la zamba-  la cual se convirtió en un inesperado éxito con Eruca Sativa. También se sumó Bicho Díaz en charango y la interpretación se convirtió en un emotivo homenaje a Titi Rivarola de Tórax.

 LA APLANADORA CORDOBESA

     El concierto empezó a las 9,40 en un sitio colmado y casi desde el inicio el grupo puso a todos de pie. Había mucha expectativa de parte de los fans y eso se notó en la euforia que se desató en todo el show, con gente cantando y bailando en los reducidos espacios del lugar. Cabe recordar, siempre y cuando esta mujer de cabello blanco se lo permitiera. El único momento donde la sala se pareció a un teatro fue con el Coro Municipal de Jóvenes de Córdoba, dirigido por Gustavo Báez. La agrupación hizo una versión con arreglos corales de “Para que sigamos siendo” que cautivó a los presentes, quienes escucharon en un respetuoso silencio esta recreación. Tras esta sorpresiva participación, el trío retomó su modo aplanadora, con una Lula Bertoldi que se bajó del escenario para tocar la guitarra entre el público y después hacerlo cantar. El final fue arrollador con “Queloquepasa”, “Agujas”, “Nada salvaje” y “Magoo”, redondeando dos horas de recital. No se bailó el vals de los 15 en el Real  pero se rockeó de punta a punta con los matices que caracterizan a  Eruca,  banda fundamental de la escena argentina.