100 GRAMOS DE CRUDO, ALFAJORES DE MAICENA Y UN ENCUENTRO ÚNICO CON SERÚ GIRÁN EN LA ENTREVISTA IMPOSIBLE

08 de mayo de 2024 Por Maxi Carranza

En esta temporada 2024, un nuevo incunable sobre rock argentino salió publicado en nuestro país. Se trata de La entrevista imposible. Una tarde con Serú Girán. 9 de marzo de 1988, de Luciano di Vito y Fernando González. El material salió a través del sello Vademécum, con base en Buenos Aires, que dirige el cordobés Roque Di Pietro. La obra reproduce la larga entrevista que hicieron unos aprendices de periodistas a (todos) los Serú Girán en 1988: Charly García, Pedro Aznar, Oscar Moro y David Lebón. No solo realizaron la charla, sino que gestionaron la reunión de los cuatro músicos, que no se veían hacía años. Esa nota, grabada en casete, casi no tuvo repercusión mediática y recién ahora se editó en formato papel de manera completa. Mestiza Rock habló con Luciano di Vito, uno de los autores, sobre esa odisea que se pareció mucho a un milagro periodístico.

LA GÉNESIS DE UNA ENTREVISTA IMPOSIBLE

“Fernando y yo éramos estudiantes de periodismo. En mi caso estudiaba en la Universidad Kennedy de Buenos Aires. Participábamos de un programa mítico de radio llamado Submarino Amarillo (Rock and Pop), donde estaba Tom Lupo, entre otros. Estábamos ahí como fans del programa, atendíamos el teléfono, y empezamos a querer producir cosas propias. Entonces, de las charlas que tuvimos con Fernando surgió la posibilidad de intentar juntar a Serú Girán. Que fuera una carta de presentación de lo que podíamos hacer. Comenzamos a finales del 87, justo Submarino Amarillo cambió de emisora, por lo que nos quedamos sin una radio que nos contenga. Decidimos seguir adelante lo mismo y después ver que se podía hacer con la nota. Empezamos esa aventura de juntar a Serú. Vivo muy cerca de la casa de Charly y en esa época David Lebón tenía una escuela de música por ahí cerca, en Almagro. Así que era cuestión de gestionar directamente con ellos. Y a medida que los fuimos contactando, nos encontramos con la suerte de que había un guion no escrito donde cada uno nos decía: ´si lo otros muchachos quieren, la hacemos´. Para fines de ese 87 lo teníamos a Charly, David y Pedro, pero nos faltaba Moro. Hubo un receso porque Charly se iba a tocar con Luca Prodan, algo que se sabe poco, aunque la muerte de Luca frustró el proyecto. La nota entra en un impase y, a finales de febrero la retomamos” comentó Luciano di Vito a Mestiza Rock. 

MORO, LA FIGURITA DIFÍCIL

“Se acercaba la fecha y seguíamos sin encontrar a Moro. Entonces, se dio algo muy particular, la noche antes de que canceláramos la entrevista grupal, bajamos a la despensa a comprar algo fresco, en Palermo. Ahí escuchamos que alguien atrás nuestro pedía 100 gramos de crudo y era Moro. Enseguida lo abordamos y le contamos la idea. Ahí nos dice que se había mudado de casa y todavía no tenía teléfono fijo. Eran otras épocas. Nos da un número de un amigo que le recibía los mensajes. Finalmente, el 9 de marzo de 1988, Fernando, el Chiqui Lebán –un amigo que tomó las fotos- y yo fuimos a hacer la entrevista, con lo que era nuestro grupo de cabecera de aquellos años. Hicimos 4 horas de entrevista, más 1 hora y media de zapada. Después de aquello empezó otro capítulo, porque nadie nos creía que habíamos juntado a Serú Girán. La nota quedó en un limbo. Nos fuimos al programa de Ari Paluch (Pergolini tampoco nos creía), y en su programa Maratón –el número 100- salió la nota en mayo de 1988. Después pasó el tiempo. Hubo algunas cosas en la biografía de Sergio Marchi, pero no todo. Hasta que hace algunos años salió un extracto un poco más grande en el libro de Roque Di Pietro Esta noche toca Charly. Ahí surgió la posibilidad de hacer el libro”, comentó di Vito.

UNA REUNIÓN DE AMIGOS

“Es la única entrevista de ellos revisando a Serú, desde que empezaron hasta ese momento y antes de ese encuentro forzado del 92, que fue más problemático. Acá fue un encuentro de viejos compañeros de ruta. Fue muy agradable, nos trataron muy bien y eso que a nosotros no nos conocía ni el loro. Se soltaron y empezaron a contar un montón de cosas. Inclusive con nuestra inocencia de los 20 años, de preguntar lo que se nos ocurría. Para eso nos preparamos y fuimos a los archivos de los diarios para estar documentados. No es que fue una nota de groupie. Imagínate que cuando se separaron yo tenía 14 años y los había visto tocar dos veces. Es muy diferente la perspectiva que  tenés a los 14 que a los 20. Nos contestaron todo y terminaron con una zapada que fue genial. Hacía tiempo que no se veían y cuando se encontraron parecía una reunión de amigos de la escuela. Incluso abren la posibilidad de juntarse”, expresó uno de los autores del libro La entrevista imposible.

EL SUEÑO DEL PIBE (PERIODISTA)

“No quisimos poner el reportaje en las redes, porque lo faenan, como hacen cuando se cae un camión con carne en la ruta. Lautaro Pavía, un periodista y coleccionista muy avezado del rock nacional, me llama en el año 2000 y me dice que tenía la grabación de consola de esa zapada tras la entrevista. Me caí de espalda porque ellos no nos dejaron grabar el show. Eso sí fue a parar a las redes y apareció como la Reunión secreta de Serú Girán. No fue secreta, lo que pasó es no nos difundían. En esa zapada éramos muy pocos: Eduardo Bergallo, Sergio y nosotros. Se asomó Baglietto, que daba clases de canto en la escuela de Lebón y no lo podía creer. Empezaron calentando motores con Beatles, siguieron con Elvis Presley, cuatro temas de Serú, Rolling Stones, ´El gran simulador´ de Los Plateros y nos pedían temas a nosotros. Era el sueño del pibe. Primero hubo una propuesta de publicarlo que no se concretó y ahora -en medio de este pantano que estamos viviendo-, salió el libro y fue bien recibido por todos.”, recordó di Vito a este medio.

ALFAJORES DE MAICENA Y UN SÍ ROTUNDO

¿Cómo fue el contacto con Charly?: “fuimos a tocarle el timbre a su departamento de Coronel Díaz y Santa Fe, sin conocerlo. Primero toqué yo, atiende él (porque era su voz), me presento y me dice que García no está. Damos la vuelta a la manzana -no les miento en eso- volvemos a tocar, pero está vez habla Fernando y la dice González. Viste que siempre hay un González. Nos hace subir y nos recibe muy bien, con su piano de cola y las paredes con los discos de oro. Era un Charly que estaba en la cresta de la ola. Súper lúcido y bien. Venía de hacer el disco Parte de la religión. Nos hace sentar, nos trae alfajores de maicena, nos sirve Coca y nos pregunta que queríamos. Le comentamos la idea, le encantó y nos anota su teléfono en un papelito. Imagínate mi madre, cuando Charly me llamó un día y atendió ella. Era para preguntarme cuándo se hacía la nota. En la previa, Charly parecía el más difícil y fue todo lo contrario. Parecía gente amiga de toda la vida, creo que tenían la necesidad de juntarse. No nos pusieron ningún condicionamiento para la nota y les gustó mucho”, señaló el periodista.

¡QUÉ VAN A JUNTAR A SERÚ GIRÁN, ES TODO MENTIRA!

Luciano di Vito y Fernando González promediaban 20 años cuando lograron reunir a los cuatro puntos cardinales de Serú Girán. ¿Cómo fue la sensación de tener a este dream team musical dispuesto a conversar de todo sin condicionamientos?: “fluyó muy natural todo. Después, cuando terminó la nota estuvimos dos días sin dormir porque no podíamos creer lo que habíamos hecho. Además, era como que empezamos a hacer una autopsia de la entrevista, lo que había dicho cada uno. La sabíamos de memoria. Hicimos extractos de la nota para llevar a los medios y nadie nos creía. Hasta nos decían, ´ahora junten a Led Zeppelin´. También fue una desilusión muy grande, eso de tener que guardar la entrevista. Había una cosa de los medios grandes, como diciendo ´mira estos pendejos de mierda lo que hicieron y nosotros no pudimos´. Ahí te das cuenta de la impericia de algunos y la falta de olfato de otros. En ese momento terminé odiando a todos”, rememoró Luciano di Vito a Mestiza Rock.