Bruno en rojo: una voz a contrapelo en Tik Tok

Entrevistas 03 de octubre de 2022 Por Alexis Sorda
Dialogamos con Bruno Lonati, tiktoker cordobés. Sus videos han alcanzado la categoría de virales y abordan temáticas políticas desde una mirada poco explorada en la red social del momento.
Bruno en rojo
Bruno en rojo Política en Tik Tok.

Bruno Lonati es un joven tiktoker cordobés, que logró notoriedad siguiendo el camino más empinado en las redes sociales juveniles, los contenido vinculados con la política. Lo entrevistamos para indagar en su proceso creativo, su militancia y la viralización de sus videos en diferentes países de Latinoamérica.

-El contenido en redes sociales en general, y especialmente en Tik Tok, es de derecha cuasifascista y es raro que exista una opción que confronte eso, es decir, que se pueda producir contenido desde lo más humano del espectro político, llamémosle izquierda, progresismo. ¿Cómo se te ocurrió? ¿Por qué se te ocurrió? ¿Cuál es tu análisis sobre el fenómeno?

-Bueno, efectivamente es así como lo decís. Yo lo sentí de esa manera cuando me vi en la necesidad de abordar las redes sociales, en primer momento en Tik Tok, porque básicamente yo era un consumidor de redes sociales como cualquier joven cordobés. Y al ver esa situación, cómo proliferaban los discursos de extrema derecha, muchas veces entre los pibes, me vi en la necesidad de empezar a militar ese espacio para no dejárselo a la derecha argentina. Entonces, en ese momento empecé a hacer un esfuerzo de creatividad para intentar, mediante el algoritmo de Tik Tok, las estéticas propias, las dinámicas propias, hacer un contenido que fuera agradable para la gente, que llame a verlo, consumirlo y seguir y, si se quiere, a profundizar más allá de lo que se dice en los propios videos, buscando siempre promover el pensamiento crítico, desmentir cuando se hacen grandes campañas de fake news, como se hicieron en muchísimos momentos en esa aplicación, muchas veces a nivel internacional y con una planificación muy desarrollada. Por lo tanto, ese fue el trabajo que fui desarrollando en esa aplicación y, claramente, se dio por esa necesidad en la que me encontré de poner mi granito de arena para contrarrestar esos discursos fascistas que proliferaban en esa aplicación. Principalmente, porque no hay ningún tipo de limitación a esos discursos. 

-Supongo que el principal desafío cuando uno se plantea el contenido de profundización política es el tiempo en que lo tenés que hacer. Porque uno está acostumbrado a editoriales periodísticas que pueden durar 8 o 10 minutos y acá estamos hablando de 60 segundos o menos. ¿Es así?

-Si, ni hablar. Es la parte más difícil, pero al mismo tiempo un desafío muy interesante porque vuelve el contenido mucho más pedagógico, a mi entender. Ya que, si podes explicar en un minuto una situación medianamente compleja y que la gente no le está llegando esa información, suele ser un contenido que se comparte y se exterioriza en las discusiones del día a día.

-Yo te conocí a través de un video que se viralizó que tiene que ver con el último conflicto que se internacionalizó de Cuba, en donde todos veían la caída del régimen. Y lo que vos hiciste es mostrar lo que decían los diarios y qué pasaba realmente. ¿Es ese el punto de inflexión de la viralización de tus videos o tenés otros contenidos más virales?

-Sí, yo creo que ese fue el primer punto de inflexión. Pero después tuvimos otros a nivel nacional. Fue muy heavy lo que pasó en el continente, porque por ejemplo fue algo muy loco cómo me viralicé en Chile. De la nada, tuve tres mil seguidores chilenos, de un día para el otro. También sucedió en Cuba con los seguidores. Después tuve videos muy virales en el ámbito nacional, principalmente  respondiendo a videos del entonces candidato a legislador porteño, Javier Milei. Ahí crecí diez mil o quince mil seguidores de público argentino. Esos fueron los puntos de inflexión para la construcción de una base sólida de seguidores en esa red, y en cuanto al conocimiento de diferentes medios de comunicación y diferentes personalidades, que contribuyeron enormemente a ayudarme con la creación de contenido. Mucha gente se ofreció a ayudarme a la creación de contenido, en cuanto a guiones, acceso a información. 
Ese conflicto, particularmente, fue algo muy fuerte, porque los medios de comunicación argentinos, ya ni siquiera información falsa, directamente agarraban imágenes de manifestaciones pro gobierno cubano, prorrevolucionarias y las hacían ver como manifestaciones en contra del régimen cubano. Por lo tanto, me vi en la necesidad de salir a desmentir esas imágenes  que muchas veces terminaban siendo absurdas.

-Dijiste "tuvimos" recién. Supongo que ya trabajas con un equipo que va colaborando. Contame cómo fue ese proceso, si comenzaste solo y se fue sumando gente o seguis haciéndolo solo. Y también cómo lo ves de acá en adelante.

-Bueno, la verdad que en en mi plataforma "Bruno en rojo"  yo trabajo individualmente. Sí he construido una red de contactos que me ayuda enormemente con el acceso a la información, que suele ser la cuestión más difícil. Cada video suele tomar una semana de investigación, de armado de guion. Por lo tanto, muchas veces es difícil el acceso a información, que también muchas veces está restringida. Ese es el primer colectivo que armé, la primera red. Posteriormente, hemos estado armando distintas experiencias de comunicación más colectiva. como, por ejemplo, un medio cooperativo llamado "Y si lo contamos?", que tiene pocas semanas de existencia pero que son experiencias colectivas con otros comunicadores de todo el continente. Tenemos, por ejemplo, una enorme periodista de Cuba, de Colombia, de Brasil.

Encontraste a partir de esto una red de contención, quiero decir, otras personas que están haciendo más o menos lo mismo en Argentina. Esto relacionado a otra pregunta que es si te sentís muy solo en esta red y si sos objeto de insultos, agravios, pensando en el clima que vivimos.

-Sí, completamente así. Hace dos años que trabajo en redes sociales y es moneda corriente en la comunicación en redes. La verdad es que el odio prolifera sin límites en las redes sociales. Por lo tanto, es cuestión de tiempo para que lo afecte a uno. 
En ese sentido, yo aprendí a manejarlo bastante bien, Creo que es un esfuerzo de solidez que realiza cada individuo. Pero por supuesto que estas redes que vamos tejiendo entre comunicadores ayudan muchísimo a esa solidez que vamos construyendo. La verdad es que yo no me siento solo por todo el apoyo que surge en cada video, y la viralización que suelen tener, sobre todo cuando hablamos de política internacional. Así que no, la verdad es que no me siento solo. 

-¿Sufriste censura por parte de las empresas propietarias de las redes ? ¿Te banearon algún video?

-Sí, claro. Principalmente con problemáticas muy puntuales. No sé si recordás el paro nacional en Colombia. Fueron momentos muy duros para el pueblo colombiano. Lo comuniqué todo lo que pude desde acá. Tengo muchos compañeros allá y, por lo tanto, fue un tema que me interpeló, lo comuniqué prácticamente a diario. Y de diez videos, cinco o seis eran eliminados de las aplicaciones. ¿Por qué razón? No sabría decirte. Ellos hablan de una censura muy fuerte por parte del entonces gobierno uribista de Iván Duque. Sí, son cosas que pasan en las redes. Pero lo que hacemos nosotros para contrarrestarlo es que nuestra visión de la creación de contenido en redes es que crear contenido para la gente, no para una red social particular. Por lo tanto, quien viraliza ese contenido no es una red social (en este caso Tik Tok), sino el propio público que tenemos. Los videos se suelen viralizar mucho más por Whatsapp que por Telegram, entonces de esa manera es que la información llega sin que nosotros hagamos nada más que publicarlo en una red de origen para que  se pueda exportar a otras redes. La verdad, yo entiendo que mi público se siente con la posibilidad concreta de compartir el video y hacerlo propio. De esa manera, el contenido y la información se difunde aunque seamos censurados. De esa manera, nos mantenemos optimistas y estamos contentos porque creemos que estamos en la senda correcta.

-¿Sos optimista alrededor de cómo se está dando la comunicación y el uso de las redes y la censura de este lado del mundo?¿Se puede penetrar con otro tipo de discurso?

-Creo que hay algo muy concreto y que tenemos que tener en cuenta siempre y es que la redes masivas de uso cotidiano tienen dueño. Entonces tampoco podemos ser ilusos de considerar que nos dan una democratización del discurso como ellos dicen, porque no es así. Siempre existe la censura y la persecución. Y eso se ve muy concreto en casos como el cubano, donde  se le eliminan cuentas de Twitter a periodistas de la TV cubana.  O en el caso del conflicto ruso-ucraniano se vio muy fuertemente que hasta periodistas argentinos, como Marco Teruggi, que fue catalogado por aplicaciones como periodista afiliado al gobierno de Rusia. Por lo tanto, no podemos ser ilusos de pensar que estamos viviendo una democratización del discurso a través de las redes sociales, porque no hay tal cosa. Pero lo que sí nos ofrecen estas herramientas, a través de su pluralidad y del trabajo militante de muchos compañeros, es que tenemos la posibilidad de masificar nuestra llegada con nuestro contenido y la información, que es algo que antes era mucho más difícil. Nosotros consideramos que la comunicación es organizadora. Y como tenemos esa concepción de la comunicación, entendemos que si nosotros informamos lo que está pasando y nuestros compañeros y la población en general está al tanto de todo que está pasando en el mundo y la Argentina, va a poder actuar como un solo puño, en unidad y organizada. Consideramos que las redes son sumamente positivas para la comunicación, pero hay que trabajarlas de manera militante, entendiendo que se mueven intereses muy concretos, haciendo contrainformación.