Carlos Sherry y Lorena Kristoff viven en Monsalvo, una pedanía que se encuentra entre Las Bajadas y Segunda Usina. Allí cultivan árboles y plantas y abren sus puertas porque también hay una hermosa casa de té, que elaboran ellos mismos como también los productos de repostería que son altamente recomendables, y lo decimos por experiencia Mestiza. El predio tiene 120 hectáreas de bosque nativo, y la buena noticia por estos días es que se ha convertido en una reserva natural privada. 

Conversamos con Carlos, que nos contó que luego de una largo proceso con la Red Argentina de Reservas naturales privadas, hace unos días les llegó la buena nueva de que comenzaron a ser parte del entramado. La idea es poder preservar  el lugar, que ya ha sufrido como toda la zona aledaña intentos de reestablecer canteras con el daño ambiental que implica. Convertirse en reserva, es un gran paso para toda la zona porque el predio,  además de combatir con su flora problemáticas ambientales y climáticas, desde ahora contarán con un marco legal para tener más herramientas para luchar de otra manera contra los avances extractivistas de canteras y mineras. 

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