No es por Vicio ni Fornicio, sino para dar arte -y vida- sin prejuicios
La exposición, toma su nombre de aquel viejo dicho, “Esto que hacemos señor, no es por vicio ni fornicio, sino para traer un hijo a tu servicio”. La frase, impuesta por la Iglesia Católica, hacía referencia al hecho de tener relaciones sexuales solo con el objetivo de procrear, sin ningún tipo de placer, considerado un pecado. En la siguiente nota, más detalles sobre esta colección de Oscar Basulto y también de la banda Caníbales, formada en Guadalajara.
BENDITOS PLACERES
El texto de sala de la exhibición, expresa lo siguiente: “La obra de Basulto, conocida por su provocativa y desafiante naturaleza, se adentra en la complejidad de la sexualidad humana, la moralidad y los conceptos de pecado y liberación. A través de sus piezas, el artista busca reivindicar la sexualidad, liberándola de los prejuicios y dogmas impuestos por la Iglesia Católica. […] Con ´Vicios y Fornicios´, Basulto nos invita a cuestionar las nociones tradicionales de moralidad y pecado. Proponiendo una visión donde la sexualidad y los vicios se experimentan sin culpa, como aspectos naturales y enriquecedores de la experiencia humana. La exhibición es un viaje visual y conceptual, que desafía al espectador a explorar su propia relación con estos temas y a considerar la libertad inherente en el ejercicio del libre albedrío”. Tras la inauguración, la muestra contó -a la semana siguiente- con una visita guiada que tuvo la presencia del artista plástico.
LIBRE ALBEDRÍO Y ROMPER LA SATANIZACIÓN
En el texto de sala de “Vicios y Fornicios”, el artista también comentó sobre esta obra: “[…] es la reivindicación de la sexualidad después de los tiempos del pecado de la Iglesia Católica. La liberación de los vicios sin prejuicios. El conocimiento de una sexualidad para una exploración sana y los placeres otorgados para beneficio del hombre. Romper la satanización. O, al contrario. Buscando a través del concepto de Satán ser conciencia sobre la libertad de vivir nuestro libre albedrío. Eso no existe…pero tampoco el diablo”. Oscar Basulto Ordóñez nació en Guadalajara (capital del Estado de Jalisco), en 1975. Hijo del Ing. Gonzalo Basulto De Alba -pintor tapatío- y de Lilia Ordóñez de Basulto, una familia de tradición artística, originaria de Monterrey (Estado de Nuevo León). El autor de “Vicios y Fornicios”, cursó la carrera de arquitectura hasta el 5° semestre, en 1997, siendo la muerte de su padre un parte aguas en su vida. Desde ese momento, elige una búsqueda introspectiva, la cual se asienta en la pintura como una necesidad heredada. El pintor, grabador y escultor (@oscarbasulto) es autodidacto y con lazos estrechos en la mística del arte. Además, es director de @rutasplasticasac, proyecto colectivo para promover la cultura por medio del desarrollo creativo. De hecho, “Vicios y Fornicios” hará escala -próximamente- en uno de los municipios jaliscienses, comenzando un periplo por varios centros culturales del Estado.
POLICÍAS DE LA MORAL
A principios del siglo pasado, cuando la moral era tan cerrada, el sexo era visto como una cosa del demonio y una amenaza contra la estabilidad social. Entonces, los hombres píos, pronunciaban la siguiente frase antes de poseer a sus cónyuges: "Esto que hacemos, Señor, no es por vicio ni es por fornicio, sino por hacer un hijo en tu santo servicio". En México, durante el periodo colonial, se utilizaba el Catecismo del padre Ripalda, para enseñar las primeras letras a los niños de ambos sexos. En ese catecismo, se mencionaba a la lujuria como uno de los siete pecados capitales y se la definía como “el apetito torpe a las cosas carnales”. En cambio, su opuesta -la castidad- se definía como “la inclinación a la pureza”. En 1989, la frase tuvo un nuevo auge, cuando se incluyó en la novela Como agua para chocolate, de Laura Esquivel. El libro de la mexicana tuvo tanta repercusión, que en poco tiempo tuvo su película, estrenada en 1992. En contacto con Mestiza Rock de Río Tercero (Córdoba, Argentina), Oscar Basulto Ordóñez habló de esta muestra: “tengo 30 años como artista y siempre he desarrollado el erotismo en mi obra. La muestra nace a partir de la insistencia de Manuel Guardado, artista y editor, para que la expusiéramos. Originalmente iba a tener 69 piezas, pero quedaron menos por el espacio disponible. La sexualidad es un tema obligado para los artistas y es algo maravilloso. A la temática la vengo desarrollando en varios talleres y quiero que la exposición también vaya a los municipios. Llevarla con respeto y sin ánimo de cucar o pelear con nadie, sino de hablar de algo esencial para los seres humanos, como la sexualidad”, explicó el pintor tapatío.
ENTRE CANÍBALES
Algunos integrantes del grupo Caníbales y Oscar Basulto Ordóñez se conocieron cuando cursaban la carrera de Arquitectura en la Universidad de Guadalajara. Luego, cada uno tomó diferentes caminos artísticos, pero la amistad se mantuvo intacta a través de los años. Por eso, compartieron la inauguración de “Vicios y Fornicios” en La Extensión de Guadalajara: “fue un sueño hacer algo juntos. Ellos cantan muy chingón, son muy profesionales y siempre han hablado de la sexualidad en sus letras. Estuvo increíble esa tocada. Además, fueron rockeros que no iban a muestras de arte y el público de la pintura pudo ver a una banda de rock en vivo”, comentó Basulto Ordóñez. El último material de Caníbales (@canibalesoficial) salió en septiembre de 2023 y, como se mencionó antes, lleva por título Dinero. El repertorio posee 10 temas y se grabó en el Testa Studio de León (Guanajuato), con la producción del canadiense Jesse Gander. Con respecto al título del disco, Jesús Caníbal (guitarrista del grupo), expresó lo siguiente: “parece que la búsqueda del dinero se ha antepuesto a la calidad de todas las formas artísticas y parece que hoy, lo más importante son los números”, declaró en una entrevista. Jesús Caníbal también señaló que encontró inspiración -mientras componía para el disco- en el libro La política del rebelde, del filósofo francés Michel Onfray. El escritor forma parte de una línea de intelectuales próximos a la corriente individualista anarquista, que reivindica el erotismo y el placer sensual, inspirado en los cínicos y los epicúreos, entre otros. Estos músicos mexicanos no practican la antropofagia. Más bien, hacen mover los cuerpos, poseídos por la energía y sensualidad del mejor rock and roll.